Título: En el camino
Autor: Jack Kerouac, EE.UU.
Fecha de la reseña:
27/02/2014
¿Y qué hacer
cuando la ruta termina, cuando el camino llega a su fin? Jack Kerouac (Sal
Paradise en la novela) muestra la vida desordenada y hastiada de excesos que
vivió con su pseudo héroe: Neal Cassady (representado por Dean Moriarty). El
libro autobiográfico representa el comportamiento y la forma de vida de la
generación beat o el fenómeno cultural previo al hippie donde sobresale el uso de drogas, alcohol y la promiscuidad.
Analizado con el
concepto tradicional de novela, el libro no encaja plenamente con lo que se
esperaría, pues no se tiene un objetivo central ni específico, tal vez solo se
encuentren una suerte de propósitos inmediatos pero todos sin un fundamento
definido ni con un fin específico… solo hechos que ocurren porque sí. Al no
tener un objetivo claro de lo que se espera, uno debe acomodarse a las
anécdotas del momento e intentar con ello darle forma a la lectura.
Asumo que lo que
Kerouac pretendió con su estilo espontáneo de narrativa, fue transmitir una
filosofía de vida que no era precisamente la suya, sino más propia de su amigo
Moriarty (Cassady): la locura del viaje, el sinsentido de actitudes, los excesos
de la noche, el alcohol, las drogas y el sexo; todos éstos vistos desde un
punto de vista superficial, observables con la simple lectura; y analizando un
poco más profundo, la carrera de Moriarty por comprenderse a sí mismo y, de
esta manera, comprender su entorno inmediato y la vida en general; el típico
rebelde sin causa, dicho esto sin ninguna carga melodramática ni mucho menos
peyorativa.
Si algo nos
enseña la carretera, es que sin importar lo crítica que pueda ponerse la
situación, siempre hay que avanzar, dar el siguiente paso y lograr la mágica
transformación de convertir el presente en pasado. Y que es el pasado si no la
suma de recuerdos, nostalgias, cicatrices y huellas que provocamos y que nos
provocan.
Creo notar que
para tener una mejor experiencia con este libro, se requiere un estado
emocional específico, una mezcla de nostalgia, desenfreno y la mente abierta. Si
algo me atrevería a rescatar de esta lectura, es que pese a quien le pese y
pase lo que pase, la tierra continuará rotando y moviéndose.
¿Y qué hacer cuando la ruta termina, cuando el
camino llega a su fin? … No lo sé, tal vez hacer un giro de 180 grados y volver
a empezar.
Nutraj
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